Una historia original con un relato impecable. Divertida y sencilla, como un cuento bien contado.
Jack Black funciona bien aunque sus interpretaciones empiezan a volverse demasiado similares entre sí y por lo tanto a cansar a quienes lo ven.

Spider (Ralph Fiennes) reconstruye el relato de su pasado en lo que parece la búsqueda de una explicación a su situación actual: recuerda y escribe en un horrible cuaderno de notas. La interpretación de Fiennes es muy buena y la dirección logra que uno vaya involucrándose cada vez más con el personaje. Aunque el ritmo del relato puede exasperar por su lentitud, se asocia al farragoso trabajo de indagación psicológica y es coherente con el tema y el tratamiento.

Más cercana al teatro y más centrada en los personajes que en la historia, la película discurre sobre la locura y la soledad, y también sobre la necesidad de encontrar sentido a las diversas formas de la realidad.

Danny Boyle dirige brillantemente esta película. No había hecho la relación con el director, pero toda una secuencia del comienzo, en la que unos niños corren entre las casas precarias de Bombay me recordó inmediatamente a Trainspotting. Ahora veo por qué.
La película es genial, logra poner en escena cuestiones reales de la vida en India -experiencias que también son válidas en muchos países- con una gran estética, humor y profundidad. Como los grandes relatos, Slumdog Millionaire no tiene una resolución de las problemáticas que muestra, pero aporta una luz de esperanza.
Puede verse como una película de amor, de denuncia, de acción, de búsqueda. Lo más importante es lo que se siente al vivirla. ¡Brillante!

La historia es fantástica. De la ciencia ficción que uno disfruta porque se centra en los personajes y en los dilemas de vida. Sin embargo el relato decae y las actuaciones no me parecieron tan logradas. Tal vez iba con muchas expectativas a ver esta película y no me encontré con la resolución extraordinaria que esperaba. Me parece que los momentos de tensión no fueron acompañados de la mejor manera y se opacaron por largas secuencias que no agregaban valor.
Los efectos especiales y la fotografía se llevan la mejor parte.

Una historia durísima contada con maestría. Tanto el relato como los personajes van desarrollándose durante la película. Kseniya Rappoport realiza una composición brillante de una heroína compleja.
Intentando no caer en los lugares comunes, aunque a veces no lo logra, el director Tornatore va quitando el velo de una trama de prostitución, venta de niños, codicia, violencia, belleza, lealtad y amor.

Rembrandt es contratado para la realización de una obra grupal para la milicia de Amsterdam. En medio del trabajo hay un asesinato y se sospecha fruto de un complot. El pintor va dejando señales de lo ocurrido en la famosa pintura del mismo nombre, símbolos para ser descifrados por el observador.
La película atraviesa momentos absolutamente teatrales y se combina con una fotografía espectacular: pareciera que el director quiere jugar luces y sombras como el mismo Rembrandt van Rijn. Es una película para ver con paciencia y disfrutar a varios niveles.

Más allá del valor histórico de una película basada en un hecho real -el plan nazi de producir moneda falsa para financiarse durante la Segunda Guerra Mundial-, Los Falsificadores trae a discusión algunos aspectos duros e interesantes de la vida en los campos de concentración como el tratamiento diferencial de los presos, los ideales, la amistad, la justicia y el poder. El relato está muy bien hecho y las actuaciones son geniales.

La película no está mal y Will Smith hace un papel aceptable. No hay mucho más que decir, salvo que los efectos son espectaculares -algo que uno da por descontado en una producción de estas características y que ya se ha visto en la serie Héroes, por ejemplo- y que esperaba una vuelta de tuerca y encontré otra. Eso estuvo bien. Claro, Charlize Theron está muy bien... en un papel que le queda bastante chico.
Por lo demás el relato es fallido en varias partes y ciertos aspectos de la trama tienen una justificación bastante débil: amnesia del personaje, circularidad del amor, tendencia al bien (aún en la bajeza de carácter), etc.
Para ver un domingo y evitar el bajón está bien.

La joven vida de Juno (Juno).
Hay que tener imaginación para poder hacer una película sobre el embarazo de una adolescente y encontrar la forma de que el relato sea novedoso, poético y polémico. Toda la imagen es brillante con actuaciones impecables. Ellen Page ya me había cautivado en Hard Candy (2005) y acá vuelve a mostrar su capacidad interpretativa.
Por otro lado, la película despliega inolvidablemente la relaciones humanas: familias, amistad y amor. No hay que dejarse engañar por la aparente simpleza de la historia, los conceptos calan hondo.

La construcción del Puente Rosario-Victoria es la escusa para poder contar historias extraordinarias de gente común, o historias comunes de gente extraordinaria, o simplemente buenas historias. Un padre solo que espera, el hijo que siempre se aleja porque tal vez nunca se fue, un documentalista contrariado, un ladrón con sueños y su novia leal, dos pibes que quieren cruzar el río hasta Rosario, un técnico alemán que viaja para vivir su amor marginal y vuelve a hospedarse con dos hermanas solteronas.
Cruzar el río para que tantas cosas se las lleve el agua, para llegar renovado a ninguna parte. Relatos que unen los lados, que construyen un puente paralelo al de cemento.
Más allá de alguna caída en el ritmo, la película funciona bien. La fotografía es impresionante y los personajes están bien logrados.